
Buen sexo: qué sí, qué no
Uno de los pilares más fuertes de una relación sólida y duradera es una buena vida sexual. Aunque la experimentación nunca está fuera de las cosas que pueden renovar y mantener el interés en la cama, muchas veces hay cosas más sencillas que puedes hacer para tener buen sexo. Te contamos qué es recomendable y qué no a la hora de tener buen sexo (entendiendo que la definición de bueno dependerá de ti misma y la comunicación sexual que tengas con tu pareja):
Lento: Las cosas maravillosas de la vida, como comer un platillo que nos encanta o ver una buena película, se disfrutan más con calma. No apresures el sexo, a menos que no tengas tiempo sino para un quickie.
Sé positiva: Los niños responden mucho mejor si les recalcas y felicitas las cosas que hacen bien, en vez de resaltar las malas continuamente. La mente adulta no es muy diferente y vocalizar que te gusta lo que tu pareja hace durante el sexo es muy estimulante (para ambos).
Explora tu lado salvaje: Nuestras culturas latinas son algo tradicionalistas, lo cual puede ser una limitante cuando de explorar nuestra sexualidad se trata. El sexo más picante es una manera de explorar otras alternativas sexuales y no tiene nada que ver con estar enamorado (o no).
Piensa en dos: Así como recibes, da. Hazle a tu pareja aquellas cosas que tú misma disfrutarías. Piensa que muchas de las cosas que tu pareja te hace es porque le gustaría también que se las hicieras a él.
El presente: Sólo porque algo funcionó sexualmente con tu pareja anterior, no significa que va a funcionar también con tu actual pareja. Experimenta, pregunta, escucha y aprende con tu nuevo compañero.
Exprésate: Leer mentes no es una habilidad humana, exprésale a tu pareja las cosas que te gustan (o quisieras experimentar sexualmente) y por la misma vía no asumas que porque algo te gusta a ti, a él también.
Míralo a los ojos: No se trata de hacer el amor sin quitarse la vista de encima (eso reduciría enormemente lo que puedes hacer) pero sí que tengas contacto visual de vez en cuando, esto simplemente crea una mayor conexión.
Ríete: El sexo sólo funciona de manera sincronizada y perfecta en las películas. Aprende a reír si te caes de la cama, alguno de los dos produce un ruido extraño o sus narices se golpean en el intento de una nueva pose.
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