
Dime en qué posición duermes y te diré cómo es tu relación
Nos encanta dormir en pareja abrazados y acurrucados. Es una sensación de protección y seguridad que hace que tu cuerpo y tu mente se relajen y caigan dormidos más rápido. De todos modos, esa es nuestra sensación cuando vamos a dormir, cuando aún estamos despiertos y pensamos de manera racional. ¿Qué pasa cuando la mente descansa y actúa de manera irracional e inconsciente?
Durante el sueño no pueden fingir un lenguaje corporal ni una postura. Es ese el momento preciso en el que son honestos y vulnerables y reflejan lo que de verdad sienten. Es por eso que la posición en la que duermen durante la noche refleja tanto de su relación. A continuación te dejamos diferentes posturas y lo que estas dicen de la relación.
La clásica “cucharita”. Sin duda, nos encanta. Y de hecho es la más común entre las parejas que llevan de tres a seis años. El que se coloca detrás de los dos, es un signo de que puede necesitar más cariño, o de que da más a la relación. No es una postura necesariamente erótica, su significado es más de protección y contacto físico. Proporciona cariño entre amos.
La luna de miel. Esta es probablemente la posición más romántica de todas. En la que ambos cuerpos se abrazan de cara formando así una unión de dos cuerpos. Si ambos cuerpos están en una posición encorvada, la silueta puede formar una posible luna. De ahí el nombre de “luna de miel”. Es muy común en los periodos en los que los sentimientos están a flor de piel o hay más intensidad en la pareja: después de hacer el amor, después de una reconciliación, al comienzo de una relación, cuando uno de los dos está pasando un momento difícil y el otro lo ayuda a superarlo, etc. El punto negativo del significado de esta intensa y romántica postura es que la pareja podría ser demasiado dependiente el uno del otro.
El tejado. Consiste en que uno de los dos duerme boca abajo y el otro se apoya sobre su espalda o su hombro. Es una postura que podría significar comodidad por parte de uno, y dependencia por el otro. Quien duerme boca abajo se siente seguro y cómodo con su pareja. Mientras que, el que se apoya por encima puede despertar síntomas de dependencia y falta de seguridad con su pareja. Puede significar un indicio de posesión incluso. ¿Por qué no te paras a preguntarle si todo va bien? Quizás hay algo que le preocupa y tú no te has dado cuenta.
El abrazo del oso. Es la postura más tierna de todas. Despierta el lado más dulce y delicado de la pareja desde la confianza y cariño. La postura es parecida a la anterior, con la diferencia de que el que antes estaba boca abajo, ahora está boca arriba y envuelve en un abrazo de oso a su pareja, transmitiendo protección y seguridad. Lo tierno de esta postura es que quien está apoyado encima del hombro del otro – el que está siendo abrazado – refleja a una persona sensible, tierna y delicada, que necesita ese abrazo del oso y sentir los latidos del corazón para poder sentirse en paz y conciliar el sueño. En el caso de ser la mujer, nos muestra el lado más enternecedor de ella, convirtiéndola en una frágil muñequita.
Abrazo de piernas. Este es típico de personas independientes, que necesitan su espacio para poder descansar mejor. De todos modos, el cariño y el amor por el otro está ahí. Y por debajo de la sábana y con los brazos libres, buscas ese abrazo de piernas o ese contacto de pies para poder dormir tranquilo y seguro de que tu pareja está ahí contigo. Es típico de personas un poco más ariscas y menos empalagosas, que no necesitan esos mil besos al día, abrazos, romanticismos o un mensaje de texto con un “te quiero” cada cinco minutos. Son parejas que se quieren sin necesidad de decírselo cada segundo. Las palabras que no se dicen son las más sinceras.
Separación. Ya puede ser espalda con espalda o de cara. Cada uno en su lado de la cama y dando la espalda al otro. Conforme pasa el tiempo la gente comienza a adoptar esta posición. Esta postura significa comodidad y rutina. Representa a la pareja clásica casada que ya no necesita abrazos ni contacto físico para descansar mejor. No necesariamente significa la falta de pasión entre ambos o que ya no se aman. Esta postura refleja a una pareja que se ama y de una manera sana y natural, con respeto y confianza. Esta pareja representa equilibrio y estabilidad.
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