Los 30, ¿pico sexual femenino?

“Bienvenida al tercer piso, ¡lo lograste!”. Algo más o menos así decía mi tarjeta de regalo este cumpleaños. En medio de la agradable cena con amigos y familiares, yo no podía evitar la incómoda sensación de estarme volviendo vieja. Claro, probablemente a ninguna mujer de mi edad se le ocurriría pensar que 30 años es vieja, pero cuando uno mira esa franja “lejana” desde la comodidad de sus 20… La sensación de triunfo está latente. Sin embargo, la rapidez de dicho pensamiento fue descartada completamente por una sensación física mucho más interesante: un increíble aumento en mi deseo sexual. Creo que la primera vez que escuché que la edad del pico sexual femenino eran los 30, yo aún jugaba con muñecas y me pareció entre divertido y absurdo, pero en los meses previos a mi cumpleaños dicha afirmación comenzó a repicar en mi cabeza. Ahora, un caso no hace la regla.

Según la psicóloga y sexóloga argentina Diana Resnicoff, mis apreciaciones no están tan lejos de la realidad, aunque no desde el punto de vista científico. A los 30, dice Resnicoff, las mujeres están mucho más interesadas en suplir sus propias necesidades sexuales, entrar en conexión con su cuerpo, conocerse, saber sus puntos eróticos y pedirle a su pareja que la complemente en todos los campos. Los adolescentes, aunque con una mayor presencia hormonal, no tienen la experiencia o paciencia para explorar todas sus opciones sexuales, por lo que no es raro que al descubrir sus debilidades en la cama las mujeres se vuelvan más adeptas al sexo.

Deja de fingir los orgasmos.

Desde el punto de vista científico, la adolescencia es para ambos sexos el estallido hormonal que nos lleva, físicamente, al deseo de experimentar con nuestra sexualidad. En el caso de las mujeres, nosotras tenemos una gran influencia cultural, un libro entero de reglas y supuestos de las cosas horribles que nos podrían ocurrir si nos atrevíamos a tener sexo. A las mujeres nos hicieron lavado cerebral desde pequeñas y nos enseñaron a no prestarle interés a nuestra sexualidad. Por ende, no es sino hasta que la mujer madura, que se siente lo suficientemente cómoda. Durante el embarazo, y especialmente durante el segundo trimestre, el aumento del nivel de hormonas en la mujer suele llegar acompañado de un incremento en el deseo sexual, ¡justo cuando estamos lidiando con el embarazo!

Entendamos que no existe un estudio científico que apoye la teoría de que las mujeres alcanzan su pico sexual a los 30 y tampoco se trata de una generalización; sin embargo, pensemos que en la década de los 20 muchas estamos aún lidiando con definir nuestra personalidad, superar complejos con ciertos rasgos físicos y liberándonos de muchos tabúes impuestos desde la infancia y comenzando a exigir un mayor compromiso con nuestro placer por parte de nuestras parejas. No se trata pues de dar por sentado que a los 30 las mujeres necesitamos un sinnúmero de amantes, pero sí que estamos en un punto de madurez y comodidad con nosotras mismas que nos permite abrazar desinhibidamente nuestra sexualidad.

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