
4 señales de que tu relación está estancada
En tu relación en vez de sentirte plena te sientes frustrada, aburrida estancada. ¡Ésa es la palabra! De repente no ves un futuro muy prometedor, pues es como si hubiera una obstrucción que impide que la relación fluya. ¿Éste es tu caso? Lee las siguientes señales y te decimos cómo solucionarlo.
• Te sientes atrapada y sin salida. Sientes que el tren llegó a la estación… y ahí se quedó parado. ¡No lo hace correr ni una descarga de dinamita! Esto les ocurre típicamente a las parejas que viven atrapadas en el cuadradito del presente, pues no visualizan el futuro. Ambos están tan enfocados en vivir el día a día —pagar la hipoteca de la casa, atender a los niños o avanzar en sus carreras— que se olvidan que el mañana puede traer nuevas alegrías. Los días transcurren uno detrás del otro sin un destino a la vista.
• La solución: Visualicen juntos hacia dónde quieren llevar la relación. ¿Qué desean lograr, qué sueños les quedan por cumplir? No tienen que hacer cambios sísmicos ni tirar la casa por la ventana; se trata de crear metas a corto y a largo plazo.
• Te sientes frustrada. Esto les ocurre a las personas que pierden su identidad dentro de la relación. De repente dejan de ser ellas mismas para convertirse en la mitad de una pareja. Pero dos mitades no pueden ser enteramente felices. Con el tiempo, estas personas sienten que se han traicionado o abandonado a ellas mismas; su actitud ante la vida es apática y desganada, pues nada les provoca. Esto les crea una enorme frustración que en sus peores momentos desahogan contra su pareja.
• La solución: Si éste es tu caso, ha llegado el momento de recordar quién eres: ¿qué te gusta, te emociona y te motiva, aparte de la relación de pareja? Recuerda que, por muy compenetrados que estén, ambos son dos personas completamente diferentes, con distintas historias y puntos de vista. Reclama tu individualidad. Cultiva tus propias amistades, intereses
y aficiones. Explora tus talentos y dale vuelo a tus aspiraciones. No se trata de que abandones a tu hombre, sino de que crees un espacio sólo para ti. Hacerlo le devolverá el brillito a tus ojos y la pasión a tu relación, pues otra vez te sentirás plena y revitalizada.
• Te sientes desapasionada. La verdad es que has perdido el interés en la parte sexual de la relación. ¿Tu libido? Es casi indetectable. Y no es que has dejado de amar a tu pareja; es que la mejor palabra para describir la relación sexual en estos momentos es… blah. Tu vida sexual es como esas pinturas que se hacían por números, sin pasión ni creatividad. Pero no estás sola. Todas las relaciones pasan por momentos de apatía sexual producto de la rutina y las presiones.
• La solución: El romance no muere solo. Es asesinado por la apatía, el esinterés y la rutina. Separen una noche a la semana para disfrutarla en pareja. Si están tan “fuera de forma” que no se les ocurre qué hacer, no tienen que ir muy lejos; simplemente recuerden qué hacían cuando la pasión rompía el pasionómetro. ¿Salían a bailar? ¿Cenaban a la luz de las velas? ¿Les gustaba explorar sus fantasías sexuales? La clave radica en hacer más de lo que una vez los enamoró. Al mismo tiempo, recuerden que el sexo no sólo ocurre en el dormitorio; ayuden a crear el ambiente apropiado con gestos afectuosos y palabras bonitas. Si se tratan como dos “colegas” a lo largo del día, no esperen convertirse en apasionados amantes en la noche. Un tip adicional: ¡saquen todas las pantallas –del televisor, de la compu- tadora y del celular – del dormitorio!
• Te sientes impo-tente y llena de ira.¡Es que se la pasan peleando! A veces sientes que estás atrapada en un laberinto, pues las discusiones, lejos de aclarar, enredan más las cosas. Es por eso que prefieres callar y almacenar los sentimientos dentro de ti. Por supuesto, cuando los problemas no se reconocen y se ventilan no pueden solucionarse. Es por eso que sientes que la relación no progresa.
• La solución: Las parejas normales pelean y discuten, pero no lo hacen con el afán de “ganar” la discusión o de probarle a la otra persona que está mal, sino para aclarar sus sentimientos y, juntos, buscarle la mejor solución al drama. Para ello tienen que hacer tres cosas: 1. Echar a un lado el ego; no buscar la victoria personal, sino lo que es mejor para los dos; 2. Comunicarse honestamente, pero sin ofender ni acusar al otro, ya que esto sólo consigue alienarlo y hacer que contraataque; y 3. Reafirmar su amor. ¡Así de simple!
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