
Sexo aburrido: ¿cómo salir de él?
La queja generalmente viene de los hombres, quienes aseguran que sus parejas no quieren explorar más allá de la posición del misionero, se niegan a intentar ningún tipo de juego en la alcoba y en general sólo aceptan “hacer el amor” (entendido como tener sexo de manera romántica). Pero, ¿qué podemos hacer nosotras cuando el sexo con nuestra pareja se ha vuelto (o siempre ha sido) aburrido y monótono?
El sexo “típico” en donde la mayor parte del tiempo el hombre se mantiene encima de la mujer en posición misionero se ha dado a conocer como el “sexo vainilla“, que aunque no tenga nada de malo en sí mismo, puede matarnos del aburrimiento si es la única forma de sexo que compartimos. A ti se te ocurre cambiar la pose en la mitad de la sesión romántica, pero él vuelve inevitablemente a lo básico; tú le pides que sea un poco más “agresivo” y él te mira con espanto; tú deseas que se alargue el juego previo y él le huye al sexo oral.
¿Se volvió o era?
La memoria humana es interesante, funciona al justo acomodo del individuo, por lo que a veces es complicado tener claro si el sexo “aburrido” es lo que siempre hemos compartido con nuestra pareja, o se trata de un decaimiento en la pasión y la creatividad consecuencia del paso del tiempo y el incremento en la comodidad.
En boca cerrada…
Muchas de nosotras optamos por mantenernos en silencio frente a nuestros inconformismos sexuales, temiendo ser juzgadas o suponiendo que finalmente él va a “entender” qué es lo que queremos y nos hace falta. El problema que existe detrás de no expresar una necesidad o incomodidad es que estas pueden convertirse en molestias profundas, quejas y hasta resentimiento.
Manos a la obra
¿Qué hacer para salir del sexo aburrido?
-Explora otros gustos, comparte con tu pareja cosas que te gustarían (comenzando por algunas que no lo “asusten”) y pregúntale sobre sus propias fantasías y deseos.
-Toma el control: no esperes a que sea siempre él quien te busque para hacer el amor, ni permitas que sólo él determine el ritmo, lugar, etc.
-El tiempo previo es importante: crea espacios para las caricias, besos y exploración mutua.
-La finalidad debe ser disfrutar del erotismo, no la penetración.
-Prueba cosas nuevas, poco a poco.
-Comunica lo que sientes después de cada novedad.
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