
Sexo: ¿es verdad que…?
El sexo, siendo uno de esos temas que muchos disfrutan pero sobre el cual poco se habla, ha visto crecer en torno suyo un sinnúmero de mitos, consecuencia directa de la falta de información. Hacer el amor no es un evento paranormal, un milagro o una cuestión del más allá, así que es hora de que enfrentemos (y derrumbemos) algunos de sus mitos.
Ser un amante experto llega naturalmente
Cuando dos personas se conocen en una película romántica, sus ojos brillan, los pájaros los rodean y una música suave llena la escena. Acto seguido, la recién formada pareja hace el amor de forma sublime. En el mundo real la historia es otra: los seres humanos no vienen con manual de uso, convertirte en buen amante y disfrutar de una vida sexual fantástica con tu pareja requiere práctica, conocimiento e interés.
A ellos les gusta más el sexo que a ellas
Aunque pareciera que algunos hombres tienen un constante apetito sexual, la verdad es que los hombres también sufren de libido baja. Aspectos como el estrés, la dieta, los patrones de sueño, problemas médicos, autoestima o una relación tensa pueden resultar en que tu pareja tenga cero ganas de hacer el amor.
El sexo deja de importar con los años
El sexo es un aspecto importante de la salud física y psicológica de hombres y mujeres. La pérdida del deseo sexual tiene más que ver con agentes como deficiencias hormonales, depresión, ansiedad y el consumo de ciertos medicamentos y no con la edad.
La eyaculación prematura es cosa de jovencitos
Aunque es cierto que la eyaculación precoz puede estar relacionada con los chicos más jóvenes (y generalmente más inexpertos), el 30% de los hombres sufren de eyaculación precoz en algún momento de sus vidas. En el caso de los hombres mayores de 30, la eyaculación precoz suele venir de la mano con disfunciones eréctiles, fatiga, depresión o problemas neurológicos.
Tener fantasías con “otro” es malo
El placer sexual comienza en tu cerebro y termina en la cama. La mente es un universo complejo que puede llevarnos a recuerdos de infancia, deseos reprimidos, amores platónicos, etc. Está bien que pienses en Brad Pitt o William Levy de vez en cuando.
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