
Cómo sobrevivir a una discusión con tu pareja
Todas las parejas tienen discusiones en algún momento de su vida, lo importante es saber cómo sobrevivir a ella.
El tener una diferencia de opinión o una discrepancia no significa que es el fin del mundo para una relación. Las parejas maduras saben cómo tratar sus diferencias para permanecer unidos pese a las discusiones. De hecho, es saludable diferir de la otra persona si se hace con respeto y con la confianza de que se llegará a un acuerdo.
Hay que tener en mente siempre que el amor y la relación valen mucho más que cualquier desacuerdo que pueda tener la pareja.
Varias sugerencias para sobrevivir a una diferencia de opinión grande, según han dicho varias parejas que llevan mucho tiempo juntos son:
• Cuidar el tono de voz. Lo que se dice de manera agitada no llega bien, el mensaje no es claro y el receptor inconscientemente se pone a la defensiva, ya que recibe una amenaza verbal.
• Cuidar el lenguaje corporal. El cuerpo dice mucho a la hora de un enfado. Si levantas los hombros, si frunces el ceño, si abres los ojos grandes y usas gestos fuertes con las manos, si la manera en que te paras es desafiante, esto no llevará a nada en una discusión de pareja. El lenguaje corporal transmite que estás agitado y la otra persona automáticamente también se pone a la defensiva. Es recomendable que te relajes y bajes los hombros y muestres un rostro neutral.
• Tener la madurez de diferir aunque no estés de acuerdo. Muchas parejas han aprendido que sus diferencias no llevarán a la ruina su relación solo con aceptar que son diferentes y que sus opiniones van a ser diferentes. Es importante saber que el diferir en un tema no significa que el amor no está presente. Pregúntate si vale la pena discutir por eso y si es más importante que la relación.
• Cualquier dilema se puede trabajar llegando a un consenso mutuo. Las parejas maduras prefieren llegar a un acuerdo intermedio, a veces una de las partes compromete su diferencia para poder seguir hacia adelante y olvidar el asunto. A veces las discusiones son por cosas que no necesariamente van a ser vitales si no salen de tu lado.
• Hay que saber escuchar. Es importante ver cuál es el punto de vista de la otra persona. Ponerse en el lugar del otro por un momento y analizar las cosas desde su punto de vista para ver si puedes comprender por qué la otra persona piensa diferente.
• Hay que darse un tiempo para respirar. Antes de decir algo que no es adecuado, cosas que por enfado puedan herir al otro, es importante darte unos segundos para respirar y pensar.
• No ser explosivo. Esto ayuda a mantener la situación en calma sin que se salga de control. Darte tiempo a que tu cuerpo y tu mente se calmen y no hagan algo fuera de lugar, recuerda que entre una discusión y una agresión verbal o violencia solo hay una línea fina. Y un desliz de enfado puede causar una tragedia o una separación sin quererlo.
• Oler a la otra persona. El sentir que la otra persona se acerca y te olfatea es como una señal de que su instinto animal se preocupa por ti. Esto calma el ánimo y refuerza el vínculo afectivo.
• No acostarse con un enojo o discutir después de las 8 de la noche. Las parejas que han durado toda la vida juntos siempre lo han dicho: “No se pueden llevar los problemas a la cama”. Eso solo logrará extender el enfado a tu santuario de amor. Un enfado prolongado les da paso a las interpretaciones y a la separación emocional. Por eso si vas a discutir, procura que los temas calientes se hablen temprano cuando las personas no están cansadas y cuando se puedan resolver las diferencias antes de acostarse a dormir. Esto también deja paso a hacer el amor con más pasión después de resolver un problema.
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