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¿Somos compatibles?

Cuando se trata de escoger al hombre que será tu pareja, no es del todo recomendable que sigas el dicho “polos opuestos se atraen”. Si bien es cierto que para amarnos no tenemos necesariamente que ser idénticos y que si fuéramos idénticos nos moriríamos del aburrimiento, tu pareja y tú deben tener varios puntos en común para que a largo plazo su relación sea exitosa. Si estás considerando formalizar la relación con el hombre con quien vienes saliendo o te está comenzando a picar el bichito del matrimonio, ten en cuenta estos puntos para saber si son compatibles.

El gusto entra por los ojos

Aunque una relación estable y duradera implique mucho más que un atractivo físico, la gran diferencia entre un excelente amigo y un novio es precisamente dicha empatía física. No importa qué tan atractivo o no tu pareja le parezca al mundo entero, no se trata de buscarse una copia de tu actor favorito de Hollywood, lo que es primordial es que tú lo encuentres atractivo.

El uno para el otro

Literalmente, si tu pareja es tu confidente, alguien a quien puedes recurrir si tienes algún problema, alguien que aunque conoce tus puntos débiles nunca los usaría en tu contra y que te apoya cuando lo necesitas, es un excelente signo de que la relación podría pasar el plano de lo pasajero. Si por el contrario estás con alguien que sólo se preocupa por sí mismo, tienes un problema. Recuerda que la relación de pareja es un trabajo en equipo.

Sus raíces

La familia es nuestro núcleo de formación en muchos sentidos e influyen profundamente en nuestras actitudes y comportamientos. Las dinámicas al interior de la relación, el papel que juega cada uno en la misma, la comunicación y la resolución de conflictos están dentro de la lista de elementos que nos deja nuestra familia. Piensa por un momento: Si hicieras una reunión e invitaras a tu familia y a la suya, ¿crees que se llevarían bien?

El futuro

Empezar una relación implica hacer cambios para poder armonizar con el nuevo individuo en nuestras vidas. Los cambios no sólo son buenos, sino necesarios. Ahora, si salir con esta persona te implica dejar de lado tu carrera, tú quieres ir a vivir a otra ciudad y sabes que él no se mudará o tú quieres dos hijos  y él ninguno, es muy probable que las cosas no concluyan bien.

Que no se repita la historia

Todos tenemos derecho a equivocarnos y ni tú ni él son perfectos, por eso es norma que hayan ciertas “metidas de patas” en el pasado de ambos. Sin embargo, si él tiene la tendencia a salir corriendo cuando las cosas se tornan serias, si la fidelidad le produjo alergia en el pasado o si tiene un historial de romper corazones, ten cuidado, las personas pueden cambiar, pero no pretendas que tú seas quien genere el milagro.

Foto: iStockphoto

 
 
 
 
 
 
 

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