
Tipos de orgasmos femeninos
En pleno siglo XXI aún sigue existiendo un enorme tabú alrededor de la sexualidad femenina y más cuando se trata del orgasmo. La realidad es que el sexo es un placer que tenemos derecho a disfrutar plenamente tanto hombres como mujeres y que además representa uno de los pilares de nuestra felicidad individual y como pareja. Aun así existen muchas mujeres que se quejan de no haber llegado nunca al éxtasis del orgasmo con sus parejas o quienes dicen no estar seguras de si alguna vez han alcanzado uno. Aunque los orgasmos femeninos difieran físicamente de los masculinos, si has tenido uno no sólo lo sabrás sino que sin duda alguna querrás más.
La forma de llegar al orgasmo varía de mujer a mujer, y sólo el tomarte el tiempo para conocer y experimentar con tu cuerpo y tu propia satisfacción te dará las claves de qué te gusta. Que el sexo es una cuestión de dos, sí pero no, antes de pretender que tu pareja sepa exactamente lo que te excita, tú debes saberlo. Recuerda: no hay dos mujeres iguales.
Los cuatro tipos más comunes de orgasmo femenino son:
El orgasmo por estimulación del clítoris: Siendo conocido como la parte sexual más sensible de una mujer, estimular el clítoris manualmente, con el uso de vibradores, lociones o mediante sexo oral es la forma más común de llegar a un orgasmo.
El orgasmo vaginal: Es sólo un mito dar por sentado que la única forma en que una mujer puede llegar al orgasmo es mediante la penetración. Sin embargo, hay mujeres cuyo centro de estimulación sí lo es. Generalmente una combinación entre la estimulación vaginal y la del clítoris logra llevar a la gran mayoría de las mujeres al éxtasis sexual.
El orgasmo por estimulación del punto G: Una amplia mayoría de los orgasmos femeninos se logran con la estimulación del punto G. Esta zona sensible se encuentra entre dos y tres pulgadas de la pared interna de la vagina, cerca del clítoris y el hueso púbico. Frotar o masajear esta zona durante el sexo suele llevar a las mujeres al orgasmo.
El orgasmo anal: Este orgasmo sucede cuando la estimulación se hace directamente en la zona anal, bien sea a nivel interno o externo. Una contracción del esfínter o el tejido circundante pueden producir la sensación de un orgasmo.
Pasa tiempo conociéndote y descubriendo las cosas que te hacen llegar al orgasmo, sola o con la ayuda de tu pareja.
Foto: iStockPhoto
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