
Universidad del amor: claves para una buena relación
Todo hombre sabe que no puede vivir sin ellas, pero a veces vivir con ellas se convierte en un duro ejercicio de autocontrol y paciencia. Aunque parezca increíble, la clave de una buena relación podría estar en dejar que el hombre tenga la última palabra.
Joaquín, periodista de 32 años, español, residente en Miami, lleva ocho años felizmente casado, pero no todo ha sido un camino de rosas. Es más, las cosas empezaron a torcerse desde el primer día de matrimonio.
Tras celebrar con una estruendosa fiesta, la pareja decidió pasar la noche de bodas en casa, pues entre el sarao y el viaje de novios (el avión salía dos días después), los ahorros no abundaban. Con lo que no contaba la recién casada era con que su esposo se despertaría temprano para jugar las semifinales del torneo de fútbol, en el cual era la estrella. Claro, el enfado de su mujer fue mayúsculo, pero Joaquín argumenta que él tenía sus razones: “Ella quería una gran fiesta y un viaje de novios a un lugar exótico; yo sólo pedía dos horas para jugar al fútbol”. A simple vista, no parece que Joaquín cometiera ningún crimen, sobre todo porque el partido era bastante importante.
Sin embargo, está dado que nada puede hacer que una mujer entienda que su marido no pase con ella la primera mañana del matrimonio. ¡Absolutamente nada!
Curso en diplomacia 101
Claramente, para entender los problemas de comunicación entre el hombre y la mujer no son necesarios ni una maestría en sociología ni un doctorado en relaciones conyugales. No. Es necesario algo mucho más difícil de conseguir: hay que tatuarse un tratado en diplomacia en el pecho e invertir grandes dosis de solidaridad para poder aunar nuestros gustos y necesidades con los de esa mujer a la que tanto amamos.
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