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Cómo evitar que se nos congestionen los poros de la piel

Cuando hablamos de poros congestionados o taponados, nos referimos a los puntos negros, incluso acné, que van apareciendo en nuestra piel. Cuando esto sucede, nuestra piel va perdiendo lozanía y no se ve limpia y suave. Por lo general lo comenzamos a notar en la zona T de la cara (frente, nariz y barbilla).

¿Qué causa que los poros se congestionen?  “Las glándulas sebáceas de la piel producen constantemente sebo para lubricarla. Sin embargo, si este sebo natural se mezcla y acumula con cosas como la suciedad, la contaminación, el sudor, las células muertas de la piel o el maquillaje, los poros se obstruyen.”, nos explicó la Dra. Maribel Pedrozo, especialista en el cuidado facial.

Según Pedrozo conocida como “La alquimista de la belleza”, un signo revelador de un poro obstruido es que no desaparece, éste puede permanecer obstruido durante mucho tiempo, a menos que se realice una extracción manual.

“Por supuesto, cuando un poro está obstruido, puede (y a menudo lo hace) dar lugar a una mancha inflamada. Esto se debe a que la mezcla de células cutáneas muertas y grasa bloquea la llegada de oxígeno al poro, y sin la presencia de oxígeno, la bacteria infecta el poro y provoca el acné”, añadió la especialista.

Si tienes la piel congestionada, es probable que notes un “bulto” general y un aspecto apagado. Sin embargo, Pedrozo afirma que la piel congestionada puede dividirse principalmente en tres categorías: absceso con puntas blancas, puntos negros y milia.

  • Abscesos con puntas blanca

Después de que un poro se obstruye y se forma un comedón cerrado, la siguiente etapa de una imperfección se llama absceso. Es el resultado de la inflamación de un poro obstruido debido a una infección y, por lo general, significa que está en camino de convertirse en un grano completo, con un punto blanco superficial que puede extraerse.

Solución: Aplicar un tratamiento antiinflamatorio y no secante. Una vez que la pápula se convierta en un punto blanco y esté lista para ser extraída, se puede exprimir suavemente. Después de esto, puedes aplicar un tratamiento secante para eliminar cualquier infección que quede dentro del poro. Esto debe ser hecho por una esteticista profesional o dermatólogo.

  • Puntos negros

Como dato curioso, los puntos negros SON técnicamente un tipo de poro obstruido. En lugar de comedones cerrados, son lo que se conoce como comedones abiertos. Lo que ocurre es que, en lugar de estar atrapada bajo la superficie de la piel, la suciedad del interior del poro está expuesta al aire. Esto hace que se oxide y se vuelva negra (o a veces más bien grisácea). Por lo tanto, un punto negro.

Solución: Utilizar un exfoliante químico es una buena forma de limpiar los poros obstruidos. “Exfolie una o dos veces por semana para eliminar las células muertas de la piel”, puntualizó la doctora Pedrozo. “Piensa en ello como un reinicio de la piel. Esto ayudará a que los poros se mantengan lo más limpios posible”, añadió.

La milia es una forma de poro obstruido que se produce cuando la queratina queda atrapada bajo la superficie de la piel. Suelen ser más redondeados que los comedones cerrados (a veces se describen como pequeñas “perlas”) y suelen ser de color más blanquecino. Es habitual ver milios alrededor de los ojos, pero también pueden aparecer alrededor de la nariz o en las mejillas.

Solución: Es muy importante no exprimir los milios por su cuenta. Son muy difíciles de eliminar, ya que la piel que recubre la protuberancia está muy endurecida, por lo que si la aprietas sólo conseguirás dañar tu piel. En su lugar, consulta a un dermatólogo estético o a un esteticista cualificado. Una vez eliminados, los milios no suelen volver a aparecer en ese mismo poro.

¿Cómo deshacerse de la piel congestionada

Dicho esto, hay algunas reglas generales que hay que seguir cuando se trata de pieles congestionadas. La doctora Pedrozo recomienda evitar el aceite mineral en sus productos (esto puede obstruir los poros), junto con la silicona y cualquier derivado de la misma. También debes buscar la palabra “no comedogénico” en las etiquetas de tus productos.

Para evitar que los poros obstruidos vuelvan a aparecer, sé constante pero suave con tu limpieza. Es decir, utiliza un limpiador con pH equilibrado dos veces al día con agua tibia (no caliente).

Y lo más importante: ¡la exfoliación! El retinol y los AHA y BHA, como el ácido glicólico, láctico o salicílico, seguidos de una hidratación adecuada, son la clave para eliminar esas molestas obstrucciones. “Hay que utilizar productos que se introduzcan en los poros para despegar las células muertas unas de otras y así liberarlas”, dice Pedrozo.

 
 
 
 
 
 
 

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