Crea más con tus frijoles

Los comemos blancos, negros, pintos, rojos, rosados, mayocaba, garbanzos, lentejas, gandules en fin… los frijoles, caraotas, legumbres o habichuelas, como les decimos en mi país, no pueden faltar en una cocina en donde se hable español.

Este mes en nuestra revista te traigo cuatro recetas muy fáciles y creativas para que sean la inspiración de muchas otras que podrás “inventar” inspirándote en ellas. Si eres amante de la carne, te gustará la receta de “Frijoles con puerco” y la de “Arroz blanco con garbanzos y ajo con churrasco en salsa de tomatillos”. Si eres más de ensaladas o pan, prueba la receta de “Ensalada de frijoles blancos con pimientos, ajo y cilantro”, o atrévete a preparar mi versión de un típico “Mollete con chorizo y manchego” de la región de Jalisco, México.

Saboréalos en una ensalada, un dip, majados, en arroz, un guiso, salteados, en puré, sopa, en fin… no hay límite en la lista de opciones de cómo prepararlos. Incluso todos ellos combinan perfectos con cilantro, perejil, ajo, chiles, achiote, pimentón, epazote y también con aguacate, tomate, calabaza y hasta plátano verde.

Los puedes comprar precocinados en lata y mejor si son orgánicos. Pero si prefieres una opción más económica, puedes cocinarlos tú misma en casa, con lo que obtendrás una cantidad tres veces mayor que la lata. Lo bueno es que las dos opciones conservan casi la misma cantidad de nutrientes.

Recuerda mantenerlos siempre en tu dieta ya que son versátiles, nutritivos, libres de grasa, colesterol y además están cargaditos de proteínas, vitaminas, y minerales por lo que deberíamos acordarnos de ellos más a menudo. Por algo lo cocinaban tanto nuestras abuelas… Deja correr tu imaginación y consúmelos más, sea en platillos con influencia latina, italiana o hasta francesa. No te limites a cocinarlos de la forma típica de tu país natal. Ponte creativa y sorprende a tu familia con recetas de otras nacionalidades.

Ya ves, la cocina no muerde ni los frijoles tampoco.