
El sagrado maíz
Este mes he decidido convencerte de que el maíz definitivamente no muerde… La realidad es que comerlo fresco no solo es más nutritivo sino que su sabor se convierte en toda una “experiencia religiosa”. Una vez lo pruebes fresco no volverás a comerlo ni enlatado ni congelado. Sea amarillo, rojo, azul, rosado, negro, le llames maíz, elote, millo o choclo, la verdad es que es un simple lujo cocinarlo fresco y más en esta temporada en donde está en su mejor momento.
Cubierto por una cáscara de seda, este sagrado grano indígena de origen latino está en la cocina de la mayoría de los que hablamos español. Se cocina rápido, es de temporada y su sabor no tiene comparación, además de estar repleto de vitaminas, ácido fólico y fibra.
Asado te permite saborear todo su dulce, caramelízalo mientras preparas un suculento “asado” o “bbq” como le decimos en inglés pero hervido, en sopa, en ensalada, tacos, salsas, guisos, postres, etc. En la edición impresa de Siempre Mujer de junio/julio te tengo unas sabrosas y creativas recetas con maíz, para que inventes y te deleites con su sabor y valor nutricional.
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