
Romero: aromático, curativo y decorativo
Confieso que cuando empieza la época navideña, como tengo poco espacio en casa, mi árbol de Navidad es una plantita de romero ¡no hay forma más natural y práctica de decorar tu casa en Navidad! De paso, lo tengo siempre fresco para usar, que es como más me gusta, aunque tengo siempre un potecito del romero seco que me salva en una emergencia.
Esta hierba, familia de la menta, tiene un sabor tan especial que transportará tus platillos tanto a los aromas del bosque profundo como a las esencias del mar abierto. Romero significa “rocío del mar” y en las antiguas Grecia y Roma ya era muy apreciado por sus propiedades para estimular la memoria.
Siempre que puedas, úsalo fresco porque es mucho más aromático. En el mercado, elígelo de color verde salvia sin zonas amarillas u oscuras. Guárdalo en la nevera en su envoltorio original o envuelto en papel toalla un poco húmeda y luego en una bolsa que puedas volver a cerrar hasta por una semana. En el momento de cocinar, enjuágalo y sécalo con cuidado.
El romero dará aromas a pino, dulces y ligeramente picantes a muchas comidas, sobre todo va bien con carnes asadas, ya sea en marinado, para agregar aroma durante el asado o en una salsa por arriba estilo chimichurri. Invítalo en sopas, guisos, pasta, vegetales y hasta en panes o bebidas. Puedes separar las hojas de la rama o añadir a la olla el ramillete entero. Prueba horneando unas papas con aceite de oliva, sal, pimienta y romero fresco. Va muy bien con platillos de pescado, cordero y en salsas de tomate. O prepara una mantequilla casera con ajo y romero o aromatiza tu aceite de oliva con un ramillete de ellas dentro de la botella.
En el mercado encontrarás también aceite de romero pero nada como hacerlo todo en casa. Contiene antioxidantes muy potentes, estimula el sistema inmunológico, mejora la circulación, la digestión, la concentración y para alguien como yo es perfecta cuando tengo episodios de migraña, su aroma ayuda mucho durante el episodio.
Haz del romero una de las hierbas protagonistas en tu cocina, tus sentidos te lo agradecerán. Y recuerda que ¡La Cocina No Muerde!
Comentarios