Castillos de cartón, de Almudena Grandes

Los triángulos amorosos siempre llaman la atención, seduce la idea perversa de vivirlos en lo más íntimo del alma para desatar las pasiones que la circulan, con fuego, para hacerlos realidad.
El temor a ser descubierto entre los juegos amorosos de tres personas en un mismo lecho, aguza la fantasía, lo hace más placentero. La experiencia resulta desafiante, la conmoción que se genera dentro del subconsciente pareciera el nacimiento de un sentimiento nuevo, adictivo, en donde la culpabilidad acalla a la voluntad para sucumbir a la mera sensación de vivir cada vez con mayor intensidad, la hoguera que provoca el placer bajo engaño.

Castillos de cartón encuadra esta apasionante historia de amor en el Madrid vibrante de los años ochenta. María José Sánchez, exalumna de la Escuela Bellas Artes, decide aplicarse como tasadora de arte. El sueño de ser pintora no se cumplió, y cuando menos esta actividad le permite vivir de cerca la obra de otros artistas. La vida le sonríe hasta el día que recibe la llamada del compañero universitario, Jaime Gonzáles, para comunicarle el suicidio del amigo común Marco Molina Schulz.

Narcomex

Irremediablemente, María José se vuelve a esos años, cuando ella a los veinte lo hizo por primera vez con Jaime, la candidez que, sumada a la pasión juvenil, despoja al corazón de su intimidad.

La historia que nos narra la magistral escritora Almudena Grandes es para mujeres. Si bien los varones disfrutarían este bello libro, ellas encontrarán en él el espejo en donde resolver muchas inquietudes y preguntas sobre ¿qué pasaría de atreverse a vivir un triángulo amoroso?

La autora, Almudena Grandes, es una de las mejores y más fecundas representantes del arte literario en nuestro idioma, su prosa es extraordinaria, rica; algunas de sus novelas son complejas dado su vasto conocimiento del alma humana. Entre sus mayores éxitos están: Corazón helado, Inés y la alegría, Te llamaré Viernes y Estaciones de paso, entre otros.