¿Pereza genética o un nuevo pretexto para engordar?

Si eres de las personas a las que les resulta casi imposible desprenderse del telemando y levantarse del sofá, no hablemos ya de ponerse un par de zapatillas deportivas y salir a quemar calorías, tal vez la explicación es que te estás enfrentando a un desafío congénito… o quizás simplemente cuentes ahora con un nuevo pretexto para dejar de intentarlo.

De acuerdo con un estudio reciente realizado por los científicos de la Universidad McMaster, en Canadá, las causas de la pereza y la falta de disposición a realizar ejercicios físicos podrían radicar no sólo en nuestro cerebro, sino también en la ausencia de algunos genes. Los investigadores aseguran haber descubierto que hay personas que carecen de ciertos genes cuya función es controlar la proteína muscular y, por lo tanto, podrían ser más propensas a la inactividad.

Al llevar a cabo experimentos con ratones, a un grupo se les eliminaron los genes que controlan la enzima que se produce al hacer ejercicios, y esto los debilitaba e impedía que corrieran tan rápido como los ratones que sí tenían el gen. El estudio concluyó que los músculos de los ratones sin el gen no absorbían la glucosa de manera eficaz. No dudo que estudios como este ayuden a encontrar maneras de luchar contra la obesidad y el sedentarismo que nos azota… suponiendo que se puedan aplicar a los humanos. Pero a mí no logran convencerme por completo, y no dejo de animar a mi hija, cada vez que remolonea a la hora de hacer sus ejercicios, para que se mueva más y coma menos.

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