
¡No! a la violencia doméstica
No queremos terminar octubre, mes dedicado a la prevensión de la violencia doméstica, sin hablar de Layla, el libro autobiográfico de Jeannie Kerrigan, en el que cuenta cómo sufrió abusos, violaciones, y vivió en un mundo de prostitución y drogas.
Cuando su vida se encontraba en su lado más oscuro, su hijo falleció, y ese fue el punto de inflexión que le ayudó a buscar un cambio de vida a través de las creencias indígenas de las tribus de norte y Suramérica. Con elllas aprendió que la vida es energía que se transforma, elemento le ayudó a recuperar la esperanza y a comenzar el recorrido de su propio camino espiritual.
Con fuerzas renovadas, Jeannie ha creado Ricky’s Revolution, una organización sin ánimo de lucro que pretende apoyar a los niños y jóvenes que están pasando por las mismas situaciones de abuso que la autora vivió.
Con esta iniciativa los afectados podrán acudir a los albergues a hospedarse y conseguir el apoyo necesario para poder superar estas terribles vivencias. La imagen que representa este revolución está encabezada por un lindo mono de juguete, llamada Ricky, de ahí el nombre. Y en la que cualquier persona puede ser voluntaria y ayudar en esta causa.
Comentarios