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¡Ama tu cuerpo, mujer bella!

Mujeres altísimas y delgadas, ese parece ser el estándar de belleza femenina actual. Sin embargo, este mismo concepto ha sufrido transformaciones a lo largo de la historia y las diferentes culturas de la humanidad. En la edad de piedra, por ejemplo, las mujeres bellas se determinaban por lo marcado de sus pechos, vientre y caderas que facilitarían el embarazo y posterior parto. Los egipcios preferían a las mujeres delgadas pero con cadera y que mantuvieran un “look” proporcionado. En la antigua China, y aún hoy, factores como la inteligencia y el conocimiento eran mucho más determinantes como lineamiento de belleza que la apariencia física.

Aunque diariamente los medios masivos de comunicación nos bombardeen con imágenes de mujeres de extremada delgadez, carentes de cadera, con bustos pequeños y huesos marcados, la mejor arma que tenemos para atraer a otros es amar nuestro cuerpo de mujeres bellas.

Más importante que matarte de hambre para alcanzar un peso muy por debajo de lo saludable, intentar una variedad de dietas que afectarán tus órganos y metabolismo, o de someterte a cirugías plásticas innecesarias, es importante aprender a amar la belleza natural que poseemos cada una y sacarle partido acentuando nuestros mejores atributos.

Agradece tus dotes– Bien sea que seas buena cocinera, excelente amiga, buena escritora o la mejor en karaoke, acepta, agradece y date crédito por tus habilidades.

La terapia del espejo– Nosotros somos nuestro peor crítico, así que tómate un instante del día para contemplar en el espejo a la mujer bella que eres. Admira tus facciones, la textura de tu piel, tus ojos, tu cabello, fíjate en lo que más te gusta y no te des tan duro con tus defectos. Nadie (y eso incluye a las modelos de revista) es perfecto.

Mantén una actitud positiva– Sonríe, no hay nada más atractivo que ver a una mujer sonriendo y de buen humor. El positivismo atrae positivismo, abre las puertas a la conversación y te hace sentir y lucir mejor. Eso no significa que debas fingir, si estás pasando un mal rato sólo recuerda que vendrán muchos buenos.

Bajita, alta, gordita, delgada, morena o blanca… Sea como seas, admírate y quiérete. Nadie te amará como tú puedes amarte a ti misma.

Haz los cambios necesarios- Si sientes que no estás bien de peso o de salud, cambia tus hábitos alimenticios, incluye una rutina de baile en tu día, sal al campo. Eso sí, recuerda que en este caso siempre es mejor consultar a un médico.

 
 
 
 
 
 
 

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