Campamentos de verano para los niños

Una de las opciones cuando termina la escuela y los padres que trabajan no pueden cuidar a sus hijos durante el día, es la participación de los niños en campamentos de verano. Esa experiencia de trasladarse por un tiempo a un nuevo medio, alejados del hogar y la supervisión directa de papá y mamá es para ellos, al menos para la gran mayoría, una aventura emocionante y lo esperan con ansiedad.

Para nosotras… quizás no tanto. A la presión de seleccionar un campamento que cumpla con todas nuestras exigencias de seguridad, que nos inspire confianza y nos permita pasar esos días con relativa tranquilidad, se suma que debemos tener en cuenta las preferencias de nuestros hijos: ahora los campamentos tienen un nivel de especialización cada vez mayor, y es preciso tener en cuenta las inclinaciones de los chicos que ya van despuntando como “no tan pequeños” y conforman cada vez con más definición su personalidad: aunque los campamentos más comunes son los dedicados al deporte y la naturaleza, los hay también de baile, música, idiomas y otras muchas actividades.

Son tantos los factores que es necesario tener en cuenta, que se recomienda empezar el proceso de selección mucho antes de finalizar el curso escolar y, si es posible, visitar los lugares con antelación y hablar con los empleados y con padres que hayan enviado a sus hijos allí. Ten en cuenta los diferentes precios en relación con el estado de las finanzas de tu hogar, la edad de tus hijos y el tiempo de estancia en el campamento. Una buena fuente de información sobre los campamentos disponibles en tu área son los folletos publicados por las organizaciones de la comunidad, que por lo general están disponibles gratuitamente en las bibliotecas públicas.

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