¿Cuánto vale una mesada para un niño?

Hace unos días, Jared, mi hijo de 6 años me pidió si podía “limpiar la casa para ganarse un dinerito extra”. Mi pequeño negociante procedió a sugerirme “el precio de sus servicios”. ¿Cuántas veces como mamás soñamos con oferta tal? Claro está, que abrimos los ojos y rápidamente entendemos que debe haber mejores maneras de “emplear” a nuestros niños en tareas de la casa. Darles una mesada por su espíritu cooperador no es mala idea. Después de todo, estas experiencias de la vida real van llenas de lecciones que le servirán también más tarde en la vida.  

Éstas son algunas de las ideas que compartí con él:
1. Tener sus cositas en orden (recoger sus juguetes cuando termine de
jugar con ellos, no dejar ropa en el suelo, etc.) es una
responsabilidad independiente de su mesada.
2. Las tareas de la escuela tampoco tienen relación alguna con su allowance.
3. Juntos desarrollamos una lista corta de trabajitos aptos para su
edad que le ayuden a ganarse la mesada semanal. Entre otros: traer la
correspondencia del buzón, preparar la mesa para la cena, regar las
plantas, ayudar a subir las bolsas de las compras, etc.
4. Hablamos sobre el valor del dinero y la importancia del ahorro.
Parte de su mesada debe ser destinada a su alcancía (¡de esa forma él
ve sus ahorros crecer!).
5. Consideramos la idea de hacer una pequeña donación de su parte: un
libro a la biblioteca, un juguetito en la Navidad a un niño pobre.
Al fin y al cabo, el valor de una mesada para cualquier niño es
inmenso. Le ayuda a desarrollar independencia, el sentido de que es
útil, sus destrezas matemáticas, el significado de lo que es ahorrar,
el mejor manejo del dinero, etc.
Jared y yo ya marcamos el calendario y este viernes le debo ya su
primer allowance.
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