
Danzaterapia, relájate al son de la música
Hay una nueva corriente de terapeutas que aseguran que la mejor manera de liberamos, relajarnos, ser optimistas y creativos y encontrar el equilibrio es la danza. Es más, la danzaterapia ya se emplea en clínicas psiquiátricas, centros de salud mental, residencias para la tercera edad, centros para discapacitados o para trastornos alimentarios…
Los fundamentos de la danzaterapia plantean que con el uso creativo del movimiento conseguimos a la vez mejorar nuestra forma de ser, generar una nueva forma de pensar, un crecimiento personal y un conocimiento y sintonía con nosotros, con los demás y con nuestro entorno, lo cual nos proporciona placer y bienestar. Mediante el movimiento como terapia se recupera la vitalidad, la alegría de estar vivo y la capacidad de expresión natural.
Muévete sin complejos
David Matamoros, psicólogo, terapeuta Gestalt, exbailarín y director de Atrium, centro dedicado al trabajo corporal y la psicoterapia, nos cuenta cómo funciona la danzaterapia: “Por un lado, al bailar segregamos endorfinas de forma natural, que nos hacen sentir mejor. Por otro, la danza posibilita la expresión de emociones, nos desbloquea, nos agiliza corporal y psicológicamente y nos proporciona placer”.
El objetivo es ampliar la conciencia de quiénes somos y de las relaciones que establecemos con los demás, para poder identificar las limitaciones que impiden la expresión de nuestras emociones.
Una puerta a la expresión de ti mismo
La danzaterapia es también un recurso para saltar sin miedo a la pista de baile. Lo más importante es que no hay crítica ni competitividad por parte del terapeuta ni de los compañeros y, por lo tanto, eso permite poco a poco disminuir la crítica hacia uno mismo y vivirla de una forma más libre y sincera. Por eso, sirve tanto de herramienta de autoconocimiento como de cambio, ya que el hecho de conocerse posibilita también solucionar lo que no nos gusta o limita, así como probar nuevas formas de ser uno mismo.
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