¿Cirugía plástica a los 7 años?

Para bien o para mal, vivimos en una sociedad y en unos tiempos en los que la simple apariencia física tiene cada vez más peso en todos los aspectos de la vida, desde conseguir un empleo hasta encontrar a la soñada media naranja. Claro, esto no es nuevo. Desde hace mucho tiempo y en todas las culturas, los seres humanos han alterado o han ornamentado su cuerpo por razones estéticas o religiosas.

Pero con el desarrollo acelerado de la medicina y la tecnología, lo que en un pasado reciente parecía cosa de ciencia ficción es hoy algo cotidiano: ¿no estás contenta con tu sonrisa, quieres unos pechos más grandes o te falta voluntad para eliminar un poco de grasa con dieta y ejercicios? No te preocupes, sólo tienes que ahorrar un dinerito, someterte a una operación… y problema resuelto.

Hace unas semanas causó un gran revuelo la noticia de una niña de siete años que se sometió a una cirugía plástica para corregir un defecto de sus orejas y evitar la burla y los abusos de sus compañeros de escuela. Los niños, como con tanto acierto se refleja en la película Espantapájaros, pueden ser muy crueles e implacables con lo que les parece diferente. Mientras un adulto quizás podría ser capaz de sobreponerse a un ligero desperfecto físico, a los pequeños los puede marcar para siempre y afectar su desarrollo e integración en la sociedad.

Es cierto que siete años es una edad algo temprana, pero, ¿te atreverías a reprochárselo, en un mundo donde ya es imposible determinar si la muchacha con que te acabas de cruzar nació con esos cabellos sedosos y donde nada nos garantiza que si tienes un hijo con ese chico que tanto te gusta heredará esa nariz tan perfecta de su papá?

Foto: Photodisc