Redacta el resumé que te ayudará a conseguir el trabajo que deseas

“Carácter es la motivación interna para hacer lo correcto, cueste lo que cueste“.

Si quieres saber si tu resumé es apropiado para conseguir el empleo que quieres, somételo a la prueba de los 30 segundos. Esto es, pídeles a varias personas que lo lean y te adviertan si antes de 30 segundos ya no les interesa seguir conociendo de tu experiencia laboral o si éste les deja claro tu potencial para el empleo.

La calidad del resumé es la clave para determinar si el candidato es o no apropiado para la posición. Es la primera impresión que el reclutador tiene de ti.

Encontramos tres estilos de resumé:

Cronológico: Muestra la información comenzando por los datos más recientes y finalizando con los más antiguos.

• Ventaja: Le muestra al lector en primer lugar los logros más recientes, facilitando la lectura.
• Desventaja: Muestra los periodos de inactividad y falta de evolución en los trabajos.

Discriminación en el trabajo

Funcional: Aquí se distribuye la información por temas, proporcionando al lector un rápido conocimiento de la formación y experiencia.

• Ventaja: Permite seleccionar y profundizar los puntos positivos y omitir o disimular periodos de paro, frecuentes cambios de trabajo, etc. Éste posee mayor flexibilidad y libertad en la elaboración.
• Desventaja: Limita la experiencia profesional y la descripción del puesto de trabajo al no facilitar empresas y tiempo de permanencia en ellas.

Combinado o mixto: Es el más completo de los tres modelos, es una mezcla del cronológico y del temático. Parte siempre del modelo funcional, organizando la información por áreas temáticas o profesionales, para llegar después a la organización en el tiempo.

• Ventajas: Destaca de forma clara tus capacidades y tus logros, junto con tu experiencia y formación. Permite mucha flexibilidad y creatividad, por lo que ayuda a no pasar desapercibido si quieres presentarte a un puesto de trabajo concreto.

• Desventajas: No es un buen formato para presentarlo en los lugares que piden formularios estándar, como por ejemplo, en las webs de empleo en Internet. Además, necesitas uno diferente para cada solicitud y este es muy complicado.