
Un Thanksgiving sin disputas
Ya se acerca el día de la cena de Acción de Gracias y, como no siempre todo es armonía ni podemos escoger a la familia, hay que esforzarse un poco para evitar posibles conflictos.
No olvides que es una fiesta
Las reuniones y las cenas familiares son una oportunidad para compartir con las personas allegadas, no para tratar de arreglar el mundo. Como anfitriona o como invitada, mantén siempre una actitud positiva y verás como todos se contagian. Trata de evitar los temas polémicos, en particular todo lo relacionado con política y religión. Mientras más ligeras, cordiales y matizadas de chistes sean las conversaciones, menos probabilidades habrá de que terminen en un debate acalorado. Siempre tendrás que enfrentar a algún pariente no muy simpático, pero con mucha paciencia y un poco de humor lo podrás neutralizar.
El menú
Si te toca ser la anfitriona, puedes pedirles a tus familiares que traigan un plato. Así todos se sentirán útiles y se evitarán discusiones en cuanto al menú de la cena. No tienes que limitarte a las recetas tradicionales ni a las de una sola cultura: ¿Quién dice que no se puede comer cerdo el día de Thanksgiving? Sobre todo si tu tía preferida detesta el pavo.
La bebida
El exceso de alcohol casi siempre trae consigo querellas. No tienes que prescindir de unos traguitos, pero con la casa llena de parientes es preferible que demores lo más posible la apertura del bar. Una alternativa muy festiva a las bebidas fuertes son las sidras, algunas con tan poco contenido de alcohol que hasta los niños las pueden probar.
(foto vía)
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