
La vacuna de la influenza, protegiéndote a ti y a los tuyos
Seguramente durante esta temporada de invierno te haz encontrado batallando continuamente para que tú o tu familia no tengan que sufrir de los incómodos síntomas de la influenza. Esta peligrosa enfermedad puede ocasionar secreción nasal, tos, dolores musculares, fiebre, entre otros, y obligarte a ti o a tus niños a pasar días en cama.
Es lamentable que muchas personas tomen estos síntomas con ligereza sin percatarse de que este mal podría llegar a ser mortal. Sin embargo, existe una alternativa para combatirlo. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda la vacuna de la influenza como una forma segura y eficaz de protegerse, sobre todo para niños menores de cinco años y personas que padecen condiciones crónicas, como asma y diabetes.
Según el CDC, los bebés menores de seis meses son demasiado pequeños para vacunarse contra la influenza, pero por ser tan delicados corren mayor riesgo de complicaciones y de fallecer. Es por esta razón que es muy importante que los familiares y personas que los rodean se vacunen para no transmitirles la infección
Por su parte, los efectos secundarios comunes de la vacuna son mínimos e incluyen irritación o sensibilidad en el lugar de la inyección, fiebre y dolores. Algunas personas que se han administrado la vacuna con el atomizador nasal, experimentaron secreción o congestión nasal. Además, contrario a lo que se piensa ninguna de las anteriores puede transmitir la enfermedad. Si bien estos síntomas pueden ser inconvenientes, son leves y pasan rápidamente en comparación con la influenza.
Aún estás a tiempo, habla con tu médico o pediatra de tus niños y oriéntate sobre los beneficios de la vacuna de la influenza. Protégete a ti y a los tuyos, para que puedan continuar disfrutando juntos de lo que aún resta de esta hermosa temporada.
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