Viaja en otoño, sin quedarte en ceros

Si los precios de los paquetes vacacionales de verano impidieron que gozaras de un buen descanso, el otoño puede ser la época ideal para viajar, antes de que el frío cubra con su manto muchos de los bellos destinos turísticos. El experto en viajes para Best Western y redactor de YouMustBeTrippin.com Chris McGinnis comparte con nosotros un par de consejos para que podamos darnos las vacaciones soñadas sin dejar un hueco en nuestra cuenta bancaria.

La regla de las cinco horas: Si el destino al que vas está a 5 horas o menos de distancia en coche, escoge manejar (o tomar el autobús) antes de comprar tiquetes aéreos, esto es especialmente importante cuando se hacen viajes familiares que incluyen a varias personas. Si hay dos o más adultos repartiéndose las horas de manejo, no se hará tan pesado y además tendrán la opción de parar cuando lo necesiten y disfrutar los paisajes en el camino.

Los fines de semana, aunque más convenientes, no son los mejores días para viajar. Elige martes, miércoles o jueves como tu día de salida. De igual forma los meses de septiembre, octubre y noviembre son ideales para viajar (las temporadas de vacaciones de verano y fin de año presentan alzas significativas en los precios de los pasajes aéreos).

Que el precio por noche no sea el único elemento a tomar en cuenta cuando elijas un hotel para la estancia durante tus vacaciones. Costos extra como el uso de Internet, parqueadero y desayuno son buenos elementos a tener en cuenta. La distancia del aeropuerto y los sitios que quieres visitar también son importantes, ya que te puede ocurrir que gastes mucho en transporte terrestre si el hotel no está bien ubicado.

Usa las millas: Si eres un viajero frecuente, compra tus pasajes con la misma aerolínea y subscríbete a su programa de viajero frecuente para acumular millas. También puedes hacerlo con ciertas tarjetas de crédito y acumular millas para comprar tus pasajes.

No deseches la idea de visitar lugares como Nueva Orleans, San Antonio o Denver pensando en que sólo Nueva York o Los Ángeles valen la pena. Los sitios pequeños tienen muchos encantos, entre ellos el hecho de que sus precios son significativamente más bajos.