
Consejos para quemar calorías
De vez en cuando se pone de moda una nueva dieta o píldora mágica para bajar de peso, siempre con la promesa de que no será necesario que hagas un gran sacrificio y que esta sí “funciona de verdad”. Pero lo cierto, y de lo que no se habla tanto como se debería, es que la ciencia de reducir el peso corporal, en la mayoría de los casos, es bastante sencilla. Al igual que una cuenta de banco, si la cantidad de dinero que entra es mayor que la que sale, la cuenta crece. Si, por el contrario, la cantidad de dinero que sale es mayor que la que entra, es inevitable que la cuenta se reduzca.
En el caso de nuestros cuerpos, las calorías son el dinero y hay que gastar muchas para que las “grasitas” que se acumulan en las “cuentas de ahorro” empiecen a desaparecer. Sin embargo, es más fácil decirlo que conseguirlo. Toda aquella que lo haya intentado sabe que no basta la dieta sin el apoyo de los ejercicios, ni los ejercicios sin el apoyo de cambios en la dieta. Y si eres de las que disfruta el placer de comer y no está dispuesta a renunciar por completo a él, también habrás sentido la frustración que provoca el contraste entre las calorías que consumes en un pequeño postre y la insignificante cantidad que puedes eliminar con ejercicios.
Después de una hora caminando o corriendo en la estera y ver que el número de calorías consumidas apenas llega a las 500, está claro que los ejercicios solos tampoco bastan para quemar lo que consumes. Es la suma de las pequeñas actividades durante el día las que de verdad cuentan. Por eso es tan importante hacer cambios en tus hábitos y estilo de vida si quieres eliminar unos kilitos de más. Estos son algunos de mis trucos:
• Estaciona lejos de los lugares a donde vas, ya sea un centro comercial o una consulta médica, para verte obligada a caminar más. Si vives en una ciudad donde no usas el auto, escoge siempre el camino más largo o bájate una parada antes del autobús o del metro.
• Cuando camines como ejercicio, mueve más los brazos para incrementar el gasto de energía.
• Elimina el ascensor. Subir escaleras es una actividad relativamente intensa y no necesitas aparatos sofisticados. Si trabajas o vives en un piso muy alto, sal del ascensor uno o dos pisos antes del tuyo.
• Duerme sin nada puesto y baja la temperatura del aire acondicionado o la calefacción. El cuerpo consume más energía para mantener su temperatura. Arrópate bien con el edredón y piensa en el vestido que te vas a poder poner.
• Mastica más. Elije carne y verduras fibrosas en lugar de pasta. Algunos alimentos requieren tanta energía para consumirlos y digerirlos como las que aportan. Hay quien incluso recomienda la goma de mascar.
• Mira televisión sin telemando o control remoto. Cada vez que necesites cambiar de canal o controlar el volumen, ¡levántate y hazlo!
• Se consumen más calorías de pie que sentada: habla por teléfono de pie, en la oficina o en la casa, cede el asiento en el autobús o el metro.
• Pasea a tu perro además de los ejercicios, no en lugar de los ejercicios. Si no tienes perro, acompaña a una amiga cuando ella lo haga.
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