
¿Cuánto sabes de la circuncisión?: mitos y verdades
¿Has visto un pene curvado? ¿Sabías que eso es causa de una circuncisión mal hecha? Si quieres conocer más mitos y verdades sobre la circuncisión sigue leyendo…
Ya sea por religión, estética o por cuestiones sociales, la circuncisión es uno de los procedimientos quirúrgicos más populares practicados en infantes en los Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica. Sin embargo, muy poco se conoce sobre esta cirugía que es más bien estética y carece de sustento médico para la salud del bebé.
¿Qué es la circuncisión?
La circuncisión es una intervención quirúrgica que se realiza para quitar el prepucio, que es la piel que cubre la cabeza del pene. Usualmente es practicada en hombres recién nacidos dentro de sus primeros días de vida con poco o nulo uso de anestesia, dada su corta edad.
Esta práctica es mayormente realizada por comunidades judías y musulmanas, principalmente por ideales religiosos. Estados Unidos adquirió dicha costumbre directamente de la Inglaterra victoriana allá por el siglo XIX, cuando se creía que la circuncisión evitaría que los jóvenes se masturbaran.
Mitos y verdades
El documental “American Circumcision”, grupos de activistas y comunidad médica han reabierto el debate sobre los verdaderos beneficios de la circuncisión, practica muy reciente en Latinoamérica.
Uno de los mitos más populares, y aún existente, sobre la circuncisión es que reduce el riesgo de contraer VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. Otro mito es que reduce infecciones en las vías urinarias.
Si bien de entrada pareciera que es más higiénico, las posibilidades de infección incrementan posterior a la cirugía. Según un comunicado de la Academia Americana de Pediatría algunas de las complicaciones de la circuncisión son: el bebé no orina normalmente, el sangrado no para, la hinchazón en el pene empeora de 3 a 5 días y el pene puede empezar a supurar.
En contraste, la limpieza del pene de un bebé no circuncidado solo requiere suaves movimientos retráctiles que permitan el estiramiento del prepucio y lavar con agua y jabón. Esta práctica de limpieza debe volverse habitual durante la vida del bebé, tanto como lavarse los dientes.
Otro de los resultados que pueden derivar por una circuncisión mal hecha es la curvatura del pene. Según se explica en “American Circumcision”, cuando el prepucio es cortado erróneamente, la piel se estira más de un lado, lo que ocasiona que el pene parezca curvado cuando está erecto. Algo que no sucede a los no circuncidados.
De acuerdo con la Organización Nacional de Centros Informativos de Circuncisión (NOCIRC por sus siglas en inglés), cerca de 80 mil terminaciones nerviosas son cortadas en la circuncisión, lo que se traduce en una pérdida de la sensibilidad del 75 por ciento influyendo directamente en la vida sexual.
Si estás a punto de ser mamá, o por mera educación, te invitamos a que te informes ampliamente sobre si la circuncisión es la práctica que elegirías o no. Recuerda que debido a que se recomienda en los primeros días de vida del infante, la decisión de hacerla recae directamente en los padres; y sin embargo, puede hacerse voluntariamente en la edad adulta.
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