
Granada: Una fruta afrodisiaca y refrescante
El día de Navidad tenía mucha hambre y no quería seguir comiendo postre ni panes, ni turrones. Cuando abrí la nevera, me topé con una fruta de mi infancia. Mi padre siempre nos decía a mis hermanas y a mi: “vengan a comer granada conmigo”. Era divertido, porque luego de sacarles el jugo, colocábamos las semillas en un embase a ver cuál de las tres había comido más.
Sin embargo, desconocía que es originaria de Mesopotamia, y según cuenta la leyenda el primer árbol fue plantado por Afrodita, la diosa griega del amor y de la belleza. Inclusive, se dice que la granada es la fruta de la fertilidad.
Entre sus propiedades, el portal Innatia explica que “es rica en pectina, tanino, antioxidantes, flavonas, fibra, vitamina E, C, B1, B2, B3, B9, fósforo, cobre, hierro, zinc, calcio y muy rica en magnesio y potasio. Suelen conservarse durante mucho tiempo si no sufren golpes”.
Un dato interesante es que en la medicina natural, utilizan la granada como remedio contra la tos, la diarrea, la fiebre y el dolor de estómago. Eso, sí es una fruta que se debe comer con cuidado y mucha comodidad porque la tinta de su jugo es intensa. Si te cae en la ropa podrías pasar bastante trabajo para sacar la mancha.
Ahora que el clima está frío, es la perfecta fruta para comer viendo una película o leyendo un libro. Tendrás tiempo para disfrutarla. Si tienes cualquier duda sobre las propiedades de esta fruta. Consulta con tu médico.
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