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¿Debes preocuparte si sudas demasiado?

Sudar es algo completamente saludable. Conocido como transpiración, es un proceso normal de todos los seres humanos que comienza solo unos meses después de nacer. Su función es regular la temperatura del cuerpo mediante la secreción del sudor, ese fluido transparente que no es más que una mezcla de agua, sales y proteínas, que al evaporarse hace que disminuya la temperatura. Hay dos tipos de glándulas sudoríparas: las apocrinas, que son las más grandes y se encuentran en el área de las axilas, y que solo producen el 1 % del sudor, y las ecrinas, que están por todo el cuerpo y son responsables de la mayor parte de la transpiración.

¿Pero, qué nos hace sudar? Hay muchos factores que provocan la sudoración, comenzando quizás por el más obvio que es exponernos a temperaturas elevadas, hasta las transpiraciones causadas por un momento de nerviosismo o tensión. Aunque como promedio sudamos cerca de un litro diario, es posible sudar hasta 10 litros cuando hace mucho calor o estamos haciendo actividades físicas. Incluso algunas comidas picantes o muy calientes nos pueden poner a sudar, además de problemas de salud o como efecto secundario de algunos medicamentos. En el caso de las mujeres, también los cambios hormonales, el embarazo y la menstruación nos pueden hacer sudar. Pero aunque tenemos más glándulas ecrinas que los hombres, las de ellos son más activas.

¿Crees que sudas demasiado?

El sudor es normal, pero la sudoración excesiva puede ser consecuencia de una complicación de salud, y es recomendable que lo consultes con tu médico, aunque solamente alrededor del 1 % de las personas que sudan excesivamente padecen de hiperhidrosis primaria, una enfermedad de las glándulas sudoríparas que las hace activarse cuando no es necesario y que puede ser hereditaria. La hiperhidrosis secundaria, en cambio puede ser causada, entre otras, por enfermedades como estas:

  • Hipoglicemia por diabetes
  • Endocarditis
  • Fiebre
  • Ansiedad
  • Ataque cardiaco
  • Obesidad
  • Estrés
  • Tuberculosis
  • Sida
  • Hipertiroidismo
  • Leucemia
  • Malaria
  • Linfoma no hodgkiniano

Qué puedes hacer

Existen pruebas para determinar si padeces de hiperdrosis: la prueba del almidón y el yodo, la prueba del papel o incluso análisis de sangre si el médico sospecha que hay problemas en la glándula tiroides. Y entre los tratamientos a los que puedes recurrir están los antitranspirantes fuertes, estos contienen del 10 al 20% de hexahidrato de cloruro de aluminio y tapan los conductos sudoríparos si el problema está en las axilas; medicamentos para evitar la estimulación de las glándulas sudoríparas; un procedimiento conocido como iontoforesis, con el cual se recurre a la electricidad para desactivar por un tiempo las glándulas sudoríparas que provocan sudor excesivo en las manos y los pies; también para la sudoración extrema en las axilas se usan inyecciones de bótox; y si estos tratamientos no dan resultado, también puede recurrirse a la cirugía, ya sea a través de la operación de la axila mediante la cual se extirpan las glándulas que segregan el sudor o a través de un procedimiento que se llama simpatectomía torácica endoscópica y que tiene como fin cortar el nervio que envía la señal para que el cuerpo sude en exceso.

 
Foto: iStock
 
 
 
 
 
 

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